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jueves, 26 de julio de 2007

Por qué dormimos y Los Sueños !!!


No puede ser solo para descansar. El cerebro trabaja continuamente mientras dormimos, su actividad solo se reduce un 20% respecto a la vigilia. Tenemos que dormir por otros motivos, motivos positivos, motivos fascinantes como la memoria. Todos tenemos recuerdos increíbles. Nuestro cerebro está repleto de recuerdos. ¿Cómo los conserva? ¿Cómo los mantiene actualizados y disponibles? Hay que entender los sueños y las emociones para responder estas preguntas.
Las leyes del cerebro cambian durante el sueño. Cambia la química y así desaparecen factores característicos de la vigilia como la coherencia y la continuidad. Es un cerebro diferente, y por eso no puedes organizar los pensamientos, no sabes quién eres, estás desorientado.



Allan Hobson es catedrático de Psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard. Es autor de varios libros sobre el sueño y los sueños y será un privilegio contar con su particular visión de lo que nos sucede durante ese tercio de nuestras vidas que nos pasamos durmiendo.

Entrevista Programa REDES – TVEspañola. Conductor- Eduardo Punset

Eduard Punset:
Profesor Hobson, si fueras un científico que, en lugar de estudiar los sueños, investigaras las partículas fundamentales a altas temperaturas, ¡probablemente estarías más satisfecho con los resultados de tu investigación! Porque sabemos tan poco sobre los sueños todavía… ¿verdad?
J. Allan Hobson:
Sí y, sin embargo, ¡son las partículas que conforman nuestra experiencia!
Eduard Punset:
Es verdad…
J. Allan Hobson:
Una manera de entenderlo es la siguiente: contemplar el espacio exterior, mirar todas las estrellas… ver su estructura atómica, todas las partículas… y luego volver a mirar el cerebro, ¡hay cien mil millones de neuronas en cualquier cerebro humano! Y todas estas neuronas se componen de átomos… cada uno de nuestros cerebros es tan amplio como el espacio exterior, y más interesante que un átomo, me parece… nuestro cometido como científicos es comprender cómo esta actividad se transforma en conciencia. Estudiamos los sueños para estudiar la conciencia, porque con los sueños el cerebro cambia… ¡y la conciencia cuando estamos despiertos no es igual que la conciencia mientras soñamos! Por eso nos interesa estudiar las diferencias en la actividad cerebral para descubrir por qué el cerebro llega a ser consciente.
Eduard Punset:
Una cosa que caracteriza a los sueños es la ambigüedad, como en este cuadro de René Magritte.
J. Allan Hobson:
Sí.
Eduard Punset:
No sabemos si la manzana es demasiado grande o la habitación es…
J. Allan Hobson:
…demasiado pequeña.
Eduard Punset:
Demasiado pequeña. Es ambiguo.
J. Allan Hobson:
Hay una incongruencia.
Eduard Punset:
Eso es.
J. Allan Hobson:
La esencia de la extrañeza de los sueños es la incongruencia y la discontinuidad. Tanto Hellmut Wohl, que ha escrito este libro conmigo,
como yo, pensamos que Magritte es el artista de los sueños por excelencia. No es que soñara con una gran manzana en una habitación pequeña, sino que reflejaba, en el tratamiento formal de los objetos de sus cuadros, la esencia de la extrañeza de los sueños: la incongruencia, como esa manzana en la habitación…
Eduard Punset:
¿Y por qué somos incongruentes cuando soñamos? Mira esto…
J. Allan Hobson:
Porque la conciencia y los demás factores característicos de la vigilia, que hacen que nuestra conversación sea más o menos coherente, desaparecen. ¡Ya no están! ¡Las leyes del cerebro cambian! Y cambian como consecuencia de la química, ahora lo sabemos. Sabemos que el cerebro cuando dormimos en un cerebro distinto…
Eduard Punset:
Ya veo…
J. Allan Hobson:
Y cuando soñamos, ¡también es otro cerebro diferente! Así que por lo menos hay tres cerebros, y quizá tengamos un número infinitos de cerebros según los estados cerebrales. Si pensamos en la vigilia, por ejemplo, tampoco entendemos muy bien ese estado… ¡hay muchos estados cuando estamos despiertos! Se pueden tener fantasías, y pensamientos… Si estás loco, puedes tener incluso alucinaciones despierto. ¡Todas estas cosas son posibles! El cerebro tiene la capacidad de generar una infinidad de estados,
y hemos empezado con los más fáciles: estar despiertos, dormir, soñar. Es sólo el principio.
Eduard Punset:
Antes comentabas que, al dormir, se genera una química distinta en el cerebro, es un cerebro distinto. Mencionas también otra cosa… ¿es verdad que la cantidad de acetilcolina aumenta en las neuronas?
J. Allan Hobson:
Llega en mayores cantidades, se libera de otra manera, se generan grandes oleadas de acetilcolina. Pero lo que más cambia es que la norepinefrina y la serotonina…
Eduard Punset:
Sí…
J. Allan Hobson:
…que son dos substancias químicas que sabemos que están relacionadas con la conciencia, el estado de ánimo y la memoria, ¡desaparecen!
Eduard Punset:
Al dormir.
J. Allan Hobson:
Durante el sueño REM, al soñar. Ya no se liberan al cerebro. Por eso no puedes organizar los pensamientos, no sabes quién eres, estás desorientado… tienes toda esa incongruencia y discontinuidad, porque esas
sustancias químicas nos ayudan de algún modo (no sabemos cómo) a organizar nuestros pensamientos cuando estamos despiertos. Pero el hecho de que esto se detenga al soñar hace que los sueños sean interesantes para un psiquiatra, ¡porque tienen todos los elementos de la locura!
Eduard Punset:
¡Eso es!
J. Allan Hobson:
Vemos cosas que no están ahí, y creemos que son verdaderas aunque no podrían serlo de ninguna manera… ¡es un modelo perfecto!
Eduard Punset:
¿Y qué hace la acetilcolina?
J. Allan Hobson:
La acetilcolina aumenta, y la serotonina y la norepinefrina disminuyen.
Eduard Punset:
Disminuyen.
J. Allan Hobson:
Normalmente, los niveles de acetilcolina se controlan e inhiben por la serotonina y la norepinefrina, pero cuando esto se detiene, ¡el sistema de acetilcolina puede campar a sus anchas! Y lo hace. Activa las neuronas que transmiten acetilcolina al prosencéfalo, en grandes cantidades, y gracias a
los experimentos de microanálisis sabemos que la acetilcolina se libera en mayores cantidades en el tronco encefálico durante el sueño REM.
Eduard Punset:
Para sustituir, en cierto modo, los niveles de serotonina…
J. Allan Hobson:
Bueno, creo que el cerebro cambia su configuración mental.
Eduard Punset:
¿Cambia su configuración mental?
J. Allan Hobson:
Por alguna razón, probablemente. Y esto es lo que no entendemos todavía: ¿por qué lo hace?
Eduard Punset:
Pero, Allan, a la gente le disgusta un poco la tendencia psicoanalista de interpretar los sueños…
J. Allan Hobson:
¡Pues que no se molesten en hacerlo!
Eduard Punset:
Tú dices que no hace falta hacerlo…
J. Allan Hobson:
No es necesario.
Eduard Punset:
Pero también dices que hay que seguir estudiando los sueños. ¿Para qué?
J. Allan Hobson:
Porque los sueños nos cuentan algo del cerebro.
Eduard Punset:
Del cerebro…
J. Allan Hobson:
Evidentemente, un sueño nos muestra un estado cerebral que no comprendemos del todo, pero la fisiología del cerebro ha avanzado
rápidamente, ¡mucho más rápidamente, me atrevería a decir, que la psicología! Necesitamos con urgencia una psicología descriptiva, no necesitamos interpretaciones, porque las interpretaciones detienen el proceso, la gente pregunta por una característica concreta y luego viene todo un bla, bla, bla; pero nadie dice que en los sueños no hay gusto, no hay olfato, y siempre hay movimiento. ¿Lo sabías? Siempre hay movimiento en los sueños. Nunca son estáticos. Y sin embargo pasamos la mayor parte de nuestra vida, por lo menos los que trabajamos en universidades u oficinas…
Eduard Punset:
Sentados.
J. Allan Hobson:
Sentados frente al ordenador, o al teléfono… eso nunca pasa en los sueños. Nunca. ¿Y por qué? ¡Es interesante!
Eduard Punset:
Siempre hay movimiento en los sueños.
J. Allan Hobson:
Siempre hay movimiento, lo que en mi opinión significa que el movimiento es un organizador muy importante de la memoria, probablemente, y la organización del movimiento en el cerebro se produce en lóbulo frontal, cerca de los sistemas de la memoria y las emociones. Así que, probablemente, al decidir moverte, hay muchas cosas que suceden en el cerebro…
Eduard Punset:
O sea que, fíjense, fíjense lo que está sugiriendo el profesor Hobson. Está diciendo: no se preocupen tanto de interpretar los sueños, a ver si esto es culpa de la madre o es culpa del paciente, la manera en que está pensando. Pero estudien los sueños, obsérvenlos de todas maneras, porque nos enseñan cantidad de cosas sobre el propio cerebro.
J. Allan Hobson:
Todo el mundo puede ser un científico. Eso es muy importante.
Eduard Punset:
Sólo hay que observar los sueños.
J. Allan Hobson:
Porque los sueños intentan decirnos algo del cerebro, y el problema es que algunos se han precipitado a interpretarlos, y han perdido de vista el objetivo principal. La mayoría de esas interpretaciones me parecen de poco valor, sinceramente.
Eduard Punset:
Es fantástico, porque los neurocientíficos ahora sugieren, explican, lo que tú decías, que la mayoría de la energía que consume el cerebro, y consume mucha energía, alrededor del 20% de la energía total, no la destina a mirar lo que pasa fuera…
J. Allan Hobson:
Es verdad.
Eduard Punset:
Porque el cerebro no «ve» muy bien… lo que hace es predecir, imaginar, pensar todo el rato. Es bastante confuso…
J. Allan Hobson:
Otra manera interesante de verlo es que, durante el sueño, sólo se produce una reducción del 20% en el consumo de oxígeno. Esto está relacionado con la energía, por supuesto. Así que, mientras duermes, la actividad de tu cerebro es de un 80% respecto a la vigilia, aunque no lo percibimos así. Nos parece que es cero.
Eduard Punset:
Sí.
J. Allan Hobson:
Pero el cerebro está haciendo muchas cosas, y evidentemente esto es muy importante para responder una pregunta recurrente: ¿por qué dormimos?
Eduard Punset:
Sí.
J. Allan Hobson:
Bueno, abandonamos la conciencia, ¡pero nuestro cerebro trabaja continuamente mientras dormimos!
Eduard Punset:
Así que todo esto…
J. Allan Hobson:
Tiene un 80% de actividad mientras dormimos.
Eduard Punset:
Así que…
J. Allan Hobson:
¡Y esto en la fase más profunda! En el sueño REM está casi igual de activo que en la vigilia.
Eduard Punset:
De modo que no es cierto que durmamos para descansar.
J. Allan Hobson:
No puede ser así. Quizá un poco, pero sólo una pequeña parte. Tenemos que dormir por otros motivos, motivos positivos. El cerebro está haciendo otra cosa con la información. Una de las cosas más extraordinarias del ser humano es la memoria.
Eduard Punset:
Sí.
J. Allan Hobson:
¡Todos tenemos recuerdos increíbles! ¡Yo tengo recuerdos increíbles! Si empezáramos a compartir recuerdos, podríamos estar aquí durante varias semanas. Nuestro cerebro está repleto de recuerdos. ¿Cómo los conserva? ¿Cómo los mantiene actualizados y disponibles? ¡No es una pregunta trivial! Si pensamos en un archivo de fotos con varias películas fotográficas, ¡se deterioraría en 20 años! Buscaríamos un carrete y estaría en pedazos… pero en cerebro puede hacerlo…
Esta noche voy a impartir una charla. Hoy es 7 de diciembre, una fecha muy importante para cualquier estadounidense, porque fue entonces cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor…
Eduard Punset:
Es verdad.
J. Allan Hobson:
En 1941, hace 65 años. Y sigo recordando con muchísima claridad el momento en el que me contaron lo que había pasado. Recuerdo exactamente dónde estaba, con quién estaba, cómo me sentí… ¡Es increíble!
¡65 años más tarde sigo teniendo recuerdos concretos y nítidos de ese día! Lo que quiero decir es que las emociones están estrechamente vinculadas con los recuerdos que perduran.
Eduard Punset:
Ajá…
J. Allan Hobson:
Y las partes del cerebro que participan en el almacenamiento de recuerdos están muy vinculadas con las emociones.
Eduard Punset:
La amígdala, etcétera.
J. Allan Hobson:
Bueno, el lóbulo temporal. Al estimular el lóbulo temporal, como cuando los neurocirujanos operan el lóbulo temporal, por ejemplo, se evocan recuerdos, los recuerdos llegan al paciente… recuerdos, olores, ¡sentimientos fuertes! Todo está vinculado en el cerebro. Probablemente por eso Proust recordó de un modo tan célebre la casa de su abuela en Illiers con el sabor de una magdalena…
Eduard Punset:
Es verdad.
J. Allan Hobson:
Y yo sigo recordando la casa de mi abuela en Washington por el jabón Lifebuoy. ¡El olor de ese jabón es tan intenso! En su cuarto de baño, tenía una bañera de esas antiguas con patas, recuerdo la lámpara… ¡recuerdo todo el baño! Con sólo oler el jabón Lifebuoy, sé que estoy en la casa de mi abuela. Así que tiene que haber reglas para evocar recuerdos que se activen con los olores, ¡y con los sentimientos! Todo va de la mano, en cierto modo. Pero especialmente los sentimientos, esto es así con los sueños. Los sueños no se asocian con los olores, y eso resulta bastante interesante…
Eduard Punset:
No, ¿verdad?
J. Allan Hobson:
No hay olores ni sabores.
Eduard Punset:
Es verdad…
J. Allan Hobson:
¡No los hay! Tampoco lo entendemos. No creo que sea porque se reprima el sentido del gusto, simplemente es difícil de simular, o algo así. Pero el estudio de los sueños nos brinda una nueva manera de ver las cosas, especialmente cuando observamos ciertos aspectos de la conciencia que se crean con facilidad cuando estamos despiertos, pero no cuando dormimos, y viceversa. Es fascinante. Pero las emociones, claramente, prevalecen en los sueños.
Eduard Punset:
Esto es nuevo, que los sueños estén vinculados a las emociones.
J. Allan Hobson:
Es nuevo en cierto sentido… otra manera de decirlo es que ya no se estudian los sueños.
Eduard Punset:
Es verdad.
J. Allan Hobson:
Y creo que es un error. El público debería entender que la observación de los sueños es tan importante como la observación del cerebro. Por supuesto que no merece la pena hacerse un escáner cerebral en según qué casos, ¡pero puedes analizar tus sueños! Y puedes ser objetivo; sin dejarte engañar por esa…
Eduard Punset:
Interpretación…
J. Allan Hobson:
…interpretación superficial. Eso ha sido un gran impedimento hasta ahora. El problema es que el estudio de los sueños no ha alcanzado un nivel científico, ¡y debería hacerlo!
Eduard Punset:
Fitzgerald, ¿por qué no lo miramos?
Déjame que te robe un par de minutos más, porque quiero preguntarte qué son las pesadillas. A la gente le aterran las pesadillas. Miremos ahora este cuadro de Fuseli, ¿no?
J. Allan Hobson:
En primer lugar, las emociones en los sueños son principalmente negativas.
Eduard Punset:
¿Principalmente negativas?
J. Allan Hobson:
La ansiedad, la ira son en conjunto mucho más frecuentes que el júbilo, que ocurre localmente también, claro, hay sueños buenos, como ya sabes. Pero lo interesante de las pesadillas es esta sensación intensa y opresiva en el pecho… Fuseli representa un íncubo sobre el pecho de la persona que duerme, porque esta figura mitológica siempre se representa así, era una teoría común en Alemania y Suiza. También podemos ver este caballo que significa el poder, el poder aterrador de una pesadilla.
Eduard Punset:
¡Increíble!
J. Allan Hobson:
Pero las pesadillas suceden en el sueño no-REM, y no están asociadas con sueños, normalmente.
Eduard Punset:
¿Ah, no?
J. Allan Hobson:
No.
Eduard Punset:
¡No lo sabía!
J. Allan Hobson:
Normalmente las pesadillas más espantosas (las que son puro terror, con aceleración del pulso, sudores y el sentimiento de que te vas a morir) se producen en el sueño no-REM, y no se asocian con sueños. Claro que se pueden tener también sueños malos, pero la emoción negativa más espeluznante de miedo…
Eduard Punset:
…sucede cuando no sueñas…
J. Allan Hobson:
…no se asocia con los sueños. Es otro punto interesante…
Eduard Punset:
¡Desde luego!
J. Allan Hobson:
El sistema nervioso autónomo se activa, la tensión arterial sube a 180… el pulso se acelera al doble de lo normal, y llegan los sudores… no lo sé,
probablemente los espectadores hayan tenido pesadillas. Yo no tengo pesadillas, tengo sueños malos, pero no pesadillas. ¿Y tú?
Eduard Punset:
Tuve pesadillas en el pasado, pero ahora no, durante los últimos 20 años…
J. Allan Hobson:
Claro. La buena noticia es que se asocian con el sueño no-REM…
Eduard Punset:
Es increíble.
J. Allan Hobson:
Con la fase 4 del sueño no REM, que disminuye a los 30. Así que si alguno de los teleespectadores tiene veinte años y sufre pesadillas, ¡puede esperar que eso mejore con el proceso de envejecimiento! ¡Eso es lo bueno de envejecer!
Eduard Punset:
¿Y cómo sucede?
J. Allan Hobson:
No tengo ni idea; el cerebro evoluciona durante toda nuestra vida.
Eduard Punset:
¡Madre mía!
J. Allan Hobson:
Cambia dinámicamente todo el rato. Y perdemos 50.000 neuronas cada día, por cierto. Pero si lo calculamos en un intervalo de 70 años, ¡no son tantas, de entre 100.000 millones de neuronas!
Eduard Punset:
¡Claro!
J. Allan Hobson:
De modo que no es la pérdida de neuronas lo que nos da problemas… tiene que ser otra cosa, algo que hace que no podamos recordar las cosas, o que tengamos tantos problemas para aprender un nuevo idioma, como lo que me pasa a mí con el italiano…”

1 comentario:

sdd-fanatico dijo...

te interesa un tlc??


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